martes, noviembre 08, 2011

 
Auqesta es una prova de recuperació.

domingo, junio 04, 2006

 

Cocina del territorio

Que nadie piense que mi aspiración es acuñar un nuevo modelo de cocina, o ser el gurú de un nuevo movimiento culinario o de una nueva moda.
Se trata simplemente de alertar sobre la necesidad de preservar y potenciar la cocina propia de cada territorio.
El concepto de territorio es frecuentemente ambiguo, pero hay unas características diferenciales ligadas con los principales ecosistemas que nos ayudan a entender la actividad humana que se desarrolla o desarrolló sobre los mismos y por extensión cuales han sido sus hábitos alimenticios, en resumen cual ha sido la cocina propia de un colectivo determinado.
Entendemos el territorio como el soporte o sustento material de las necesidades de la sociedad.
Pero el territorio es también un referente cultural y de identidad de esta sociedad que lo ocupa.
La ambigüedad del concepto territorio está sin duda ligado a la diversidad, un aspecto importante a preservar.
Un ejemplo de como la diversidad puede incidir en la identificación y delimitación de un territorio desde el punto de vista culinario y gastronómico lo tenemos en una cuenca fluvial.
Un río que nace a 2.480 metros de altitud, para desembocar al mar después de recorrer 208 kilómetros, puede tener significativas diferencias culinarias.
Es fácil entender que la cocina de la zona donde nace el río tenga como ingrediente la trucha. En la desembocadura puede que haya angulas en la parte central donde hay un afluente, aparecen los cangrejos de río.
Las características naturales de cada territorio y la pervivencia en él de trazos y formas que provienen del pasado le confieren singularidad y también diversidad. Por ello el territorio debe ser entendido como cultura, historia, memoria colectiva, referente de identidad, espacio de convivencia y legado.
Actualmente hay una nueva cultura del territorio, cuya primera preocupación debería ser encontrar la forma para que en cada lugar, la colectividad pueda disfrutar de los recursos del territorio y preservar sus valores para las generaciones presentes y venideras.
Toda realidad territorial, todo lugar, está compuesto de múltiples elementos naturales y culturales que deben ser adecuadamente considerados y preservados.
La cocina del territorio es un factor primordial de la identidad de los pueblos y estrechamente ligada a la agricultura y ganadería, potenciando la vida y la economía de zonas no industrializadas.
La recuperación y la preservación de la cocina del territorio pasa por un concienzudo estudio, sobre el terreno, de todo aquello que es autóctono y tiene unas raíces en la población.
La cocina del territorio, no conoce fronteras políticas ni administrativas, es un importante muro de contención a la globalización gastronómica y todos los cocineros que la practiquen sólo tienen que elaborar los platos, no presumir de que ahora hacen cocina del territorio.
La cocina del territorio pueden ser unas migas, un pollo con langosta, una sopa de maimones, un bacalao al pil-pil, etc. pero jamás ha de ser un producto de marketing, aunque pueda promover el turismo gastronómico.

lunes, mayo 22, 2006

 

Uso y abuso de los chefs famosos

En un reciente articulo, “Cocinero de clausura versus cocinero mediático” (25/03/06), ya apunté que el entrevistador, el articulista, el critico o el medio aprovechan el fulgor de la estela mediática del cocinero famoso para iniciar un proceso para vampirizar la popularidad i reconocimiento del entrevistado, en beneficio de captar más lectores o una mayor audiencia.
En la revista Sobremesa, en su espacio “A La Carta” de este mes de mayo, una página entera está dedicada al cocinero Joan Roca del “Celler de Can Roca (2 estrellas Michelin) de Girona”.
El autor del reportaje parece ser que probó un menú degustación, en su ultima visita al restaurante que coincidió con la celebración de la Semana Gastronómica de Girona, muy interesante y representativo de la cocina de Joan Roca.
En el artículo hay una foto del cocinero, bien realizada en el momento o de archivo, que en nada implica al chef en lo que concierne en este afán de dar a conocer repetidamente a los más famosos.
Me parece bien la promoción de un cocinero y su trabajo, es lógico que cuantas más cosas diga mejor, es bueno que al mismo tiempo de promocionarse haga pedagogía, pero no es tan bueno que vaya con el lirio en la mano.
Pero me sorprende que el autor ponga un marcado énfasis en el asesoramiento que realiza Roca en el restaurante Moo, del hotel barcelonés Omm, y omita las dos estrellas Michelin de su restaurante.
Por otra parte el autor ha descubierto Girona durante la XXVI Semana Gastronómica gracias a Joan Roca, pero lamentablemente sitúa el restaurante con toda clase de detalles; localidad, dirección, teléfono a veintiséis kilómetros de donde realmente se encuentra ubicado “El Celler de Can Roca”.
Finaliza el articulo con un; “es uno de los indiscutibles”, lo cual no desmerece a Can Roca de Esponellà, famoso entre otras cosas por sus canalones de fiesta mayor.
Es publico y notorio que en el mundo del periodismo existen duendes que a veces se cuelan ocasionando errores en la información. Pero no me cabe la menor duda que vigilar a los duendes es trabajo menor, lo más importante es no perder comba.

sábado, abril 29, 2006

 

Por favor, no se froten las manos

Está en las hemerotecas. Si consultamos los periódicos y publicaciones de información general, recientemente se han hecho eco de la satisfacción, de los responsables de turismo e incluso los alcaldes y otros ediles, que les proporciona tener en su municipio un restaurante con estrellas Michelin u otros méritos culinario-gastronómicos.
Otros manifiestan que en su localidad, comarca o región hay buena cocina pero les falta el estrellado de turno, para dar prestigio a la cocina autóctona. Y desearían tenerlo, incluso lo dicen públicamente.
Los que tienen la suerte de ser conocidos por el restaurante o el cocinero famoso que hay en la localidad, creen, piensan y aseguran que ya lo tienen todo resuelto.
La gastronomía es un elemento turístico importante, no cabe la menor duda, pero los cocineros que podemos calificar de fenómenos, artistas, o como se les quiera llamar no los hay en cantidad y menos se encuentran debajo de las piedras.
El centro de Dirección Turística de la Escuela de Negocios ESADE ha elaborado un estudio que afirma que la salud y el cuidado del cuerpo, las visitas culturales y la gastronomía serán las principales motivaciones para viajar de los turistas europeos en el año 2010. El sol y la playa dejaran de ser el primer motivo del viaje.
Por favor, no se froten las manos los que ya tienen un lugar de prestigio gastronómico, que no es la solución del turismo ni mucho menos. Los que no lo tienen, por favor que no se desanimen, todo se andará.
Es imprescindible una reflexión sobre el tema. Son pocos los visitantes con poder adquisitivo para comer o cenar en establecimientos de élite (exclusivamente, sin referirnos a ningún tipo de cocina), y en el supuesto de que haya mucha gente con dinero, la capacidad de los establecimientos, limita el número de visitantes, con lo cual las estadísticas de turismo no crecen.
Cada región tiene que cuidar su cocina de siempre, con productos de la tierra. Esta formula permite al viajero encontrar siempre un atractivo gastronómico en cada sitio que visita. Una cocina auténtica, bien elaborada, incluso un poco puesta al día, pero sin inventos ni mixtificaciones. Algo más ligera que la de antaño, pero que mantenga los sabores de cada producto y recuerde la cocina de la zona.
Si todos los cocineros quieren emular a los famosos, estaremos ante una nueva y moderna versión del antaño famoso, menú turístico.
Los responsables del turismo que quieran incidir en el tema gastronómico, como elemento de promoción, seria bueno que estudiaran, vender con ayuda de la competencia, una estrategia de ventas muy antigua que dio buenos resultados.
Aún hoy, hay constancia del hecho, solo tenemos que mirar los nombres de muchas calles; platería, curtidores, cuchilleros, etc.
Hacen falta muchos cocineros y establecimientos que elaboren bien la cocina autóctona, para que muchos viajeros puedan disfrutar de la cocina de las ciudades que visitan.
Si la ciudad, además tiene un establecimiento de prestigio, mucho mejor.
La motivación gastronómico turística, necesita mucho y muy bien hecho.

viernes, abril 14, 2006

 

Gastronomía molecular, ¿cocina o ciencia?


Una disciplina que se convierte en una nueva moda para snobs y una manera de marear la perdiz, que incide sobre la buena cocina. De cocina sólo hay dos, la buena y la mala.
El Bulli ha sido escogido recientemente como el mejor restaurante del mundo, en una reunión, que tuvo lugar en Londres, de un jurado formado por 560 chefs de cocina y críticos.
No me cabe la menor duda que este galardón va ligado a la persona de Ferran Adriá que es quien dirige los fogones de este emblemático establecimiento.
Que Ferran Adriá es el mejor cocinero del mundo, todos lo dicen y probablemente sea cierto, pero no hacia falta que se reuniera un consejo de sabios tan numeroso para repetirnos aquello que está en la calle.
El año pasado Adriá quedó segundo en esta lista que encabezó el restaurante londinense The Fat Duck regentado por Heston Blumenthal.
Los organizadores de este certamen, la revista Restaurant Magazine, considerada por muchos como la biblia gastronómica, destacaron que El Bulli y Mugaritz (Andoni Luis Aduriz) son dos ejemplos destacados de la gastronomía molecular que domina los primeros lugares de esta lista de escogidos del año 2006.
Se me anoja curioso que en esta misma lista haya nombres como Juan Mari Arzak, Joan Roca, Martin Berasategui, Santi Santamaria, por citar los que nos son más cercanos y cuya cocina nada tiene que ver con esta nueva disciplina o moda dirigida a los snobs.
Poner estas diferentes cocinas en un mismo saco y establecer un orden en función de una moda y no de la calidad del trabajo llevado a cabo en los fogones, me parece que es como mezclar churras con merinas.
Si desde Gran Bretaña, país que siempre ha sido criticado por su mala comida, Restaurant Magazine quiere ser el abanderado de la “nueva” cocina, me parece que vamos mal.
Nicholas Kurti, profesor de la Universidad de Oxford y físico, conoció a Hervè This que trabajaba en la revista Pour la Scíence y en 1988 ambos acuñaron el término “gastronomía molecular” para referirse a la aplicación de los principios científicos a la comprensión y la mejora de la preparación de alimentos a pequeña escala.
Esta moda es una forma de marear la perdiz, porque de gastronomía molecular a cocina molecular hay un pequeño paso. Hablar de moléculas en la cocina no es nada nuevo. Nuestros antepasados al poner un trozo de carne al fuego, sin saberlo con el calor ya pusieron en movimiento las moléculas de la materia prima y modificaron su sabor y su textura.
Antoine Laurent Lavoisier (Francia 1743 – 1794), revolucionario y padre de la Ciencia Química, llegó a la conclusión de que la materia, medida por la masa, no se crea ni destruye, sino que sólo se transforma en el curso de las reacciones.
No creo oportuno entrar en el detalle de como funcionan los átomos, las moléculas, los cambios originados por el movimiento de las moléculas, etc., pues entraríamos en el terreno de lo científico y este no es el objetivo del articulo.
Precisamente la diferencia entre un cocinero y otro, está en este saber hacer, encontrar el punto justo de cada textura y cada sabor. La coherencia de las mezclas, muchas ellas fruto de las costumbres de una zona o región. Y muchos otros aspectos empíricos que cada cocinero aplica con mejor o peor resultado, que luego se refleja en su prestigio profesional y de su establecimiento.
Me parece una insensatez pretender que mediante una cocina laboratorio los ajos de la China tengan el mismo sabor y aroma que los de Las Pedroñeras (la textura difícilmente) y que los espárragos del Perú o de la China tengan la misma textura que los de Navarra.
Para poner punto final, de momento, a este tema diré que en la carta enviada por Hervè This a la Asociación Argentina de Gastronomía Molecular en ocasión de ser convocado para ser miembro honorario de la misma manifestaba:
“La gastronomía molecular es una disciplina científica, no una técnica...”
“Esta es la razón de porqué ningún chef que cocina está haciendo gastronomía molecular; los chefs deben usar los resultados de esta disciplina (por supuesto, ¡ están invitados a participar si ellos quieren hacer ciencia !).

sábado, marzo 25, 2006

 

Cocinero de clausura, versus cocinero mediático

Hace tan sólo algo más de medio siglo que en este país bebíamos malta, un sucedáneo del café elaborado a base de cebada tostada y merendábamos con un sucedáneo de chocolate fabricado con harina de algarroba.
La cocina era un tema menor, prácticamente reservado a las amas de casa o a las cocineras de profesión, en la que con el tiempo fueron entrando los hombres, convirtiéndose estos en los cocineros de restaurantes y hoteles.
La cocina, y la gastronomía por extensión, no era tema de conversación social. Incluso en el ámbito doméstico el hombre no mostraba ningún interés por la cocina; era cosa de mujeres.
El cocinero profesional guardaba celoso sus recetas, no salía de la cocina e incluso daba la espalda a sus ayudantes a la hora de preparar una salsa. No fuera el caso que con la mera observación le arrebataran su secreto.
En estos cincuenta años el cocinero ha dejado su clausura, para salir a la sala o comedor para saludar a los clientes, ha divulgado sus recetas, publicado libros e incluso se ha convertido en un personaje mediático, con entrevistas en la prensa escrita, radio y participando en programas de televisión.
En cincuenta años hemos pasado del cocinero de clausura al cocinero mediático.

El boom culinario

La divulgación del conocimiento, en este caso culinario, contribuye a una mejor cultura gastronómica y alimenticia.
Este cambio de la relación del cocinero con la sociedad ha propiciado el boom gastronómico-culinario en el que estamos inmersos.
Esta situación hace que los protagonistas de la cocina de un cierto nivel, tengan un papel determinante en la cultura contemporánea. Es innegable que los cocineros tienen una importancia creativa y cultural muy clara, una de las mejores muestras es el espacio que ocupan en los medios de comunicación.
Hay una opinión generalizada en relación a que seria bueno que los cocineros estuvieran más al cuidado de los fogones de sus restaurantes que ejerciendo de personajes públicos influyentes o formando parte de la extensa nómina de Vip's.

El pez que se muerde la cola

Ante la desbordante verborrea de algunos cocineros, es hora de analizar si realmente el cocinero está en condiciones de decir cosas interesantes en cada momento, lo cual hace imprescindible su presencia en los medios de comunicación. O el asunto está en que el entrevistador o el medio aprovechan el fulgor de la estela mediática del cocinero para iniciar un proceso para vampirizar la popularidad y reconocimiento del entrevistado.
En más de una ocasión el cocinero famoso de turno ha sido el primer invitado a un programa que nada tiene que ver con la cocina.
Me pregunto, no será que el espabilado conductor del programa ha querido asegurarse la audiencia con un invitado famoso, con el único propósito de conseguir un alto nivel de audiencia.
Cuando un cocinero es invitado a un acto, su presencia es determinante para dar contenido a la reunión o lo importante es que los organizadores puedan salir en la foto con el personaje.
A muy temprana edad descubrí que en las entidades bancarias, el cajero no era precisamente la persona que en la ventanilla daba o recibía el dinero, este era el auxiliar de caja.
Ahora, ya mayor empiezo a dudar de si el cocinero es el que me prepara los platos el día que voy a su establecimiento, o lo suyo es pasear por las televisiones y hacer vida social fuera de su restaurante.

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